4.11.2010

Laguna de Quilotoa (crater volcánico), Ecuador


No se si es por lo reciente de aquel viaje o porque realmente fue así, pero si me preguntasen cual es el lugar más apacible en que he estado, sin duda alguna respondería LA LAGUNA DE QUILOTOA.
A unas dos horas de la ciudad ecuatoriana Latacunga (tres dólares en la compañia de transportes El Vivero, febrero 2010), se encuentra el Quilotoa, un volcán en cuyo crater descansan tranquilas las aguas de una laguna que sólo Dios y los geógrafos saben cómo llegó allí.
Lo primero que verán al llegar es un escuálido hombre vestido autóctonamente cobrando una pequeña entrada: 1 dólar ecuatorianos y 2 extranjeros.
Posteriormente podrán acceder al empinado camino que les llevará a la laguna de aguas verdes que parece intocable desde la altura, pero que se deja apreciar en todo su esplendor desde una pequeña playa que se forma en un costado.
La entrada al camino de descenso es increible, apenas vi aquello se vino a mi mente los rocosos caminos en Jordania que llevan a aquella ciudad tallada en la roca muchos siglos atras: Petra. Sin embargo, nada de aquello encontrarás en Quilotoa, luego de una pequeña zona rocosa el camino está más abierto y la laguna se luce ante los ojos de los pocos turistas que se acercan para deleitarse con aquella vista.
Para llegar a la laguna son unos 40 minutos de descenso, pero ni les cuento como es el retorno, sin embargo para aquellos de alma aventurera, pero de pies cansados podrán subir cómodamente en una mula por unos 8 o 10 dólares.
Les recomiendo visitar esta laguna lo más temprano posible, para que estén solos y puedan disfrutar, sin turistas molestando, de este apacible lugar que me encantó de principio a fin.

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